viernes, 29 de enero de 2010

Serpientes

fumaron cigarrillos,
entre volutas de humo
se besaron sin más
sus piernas van
del cielo al infierno
justifica todo sueño
de espejos rotos
tanto y porque
la mañana de sol
abraza sus tetas estrábicas
el café sin pan ni manteca
los devuelve a la inmensidad
lo imperecedero de este mundo
lo fugaz, sublime, atroz
tanto y cuan
se colmaron
de amor, besos,
y serpientes

lunes, 25 de enero de 2010

Los niños que cabalgan en las estrellas (1989)

No preguntes por qué le doy la vida
a este frágil e incierto instante.
No prejuzgues si
los niños de los jardines
se buscan con sus manos.
Yo los vi en una noche de soledad
bailaban descalzos sobre las piedras
desnudando las flores con sus pasos.

Corren en libertad
y nada los podrá cambiar.
“Hay algo hermoso que todos lo ojos pueden ver.”
Corren en libertad
con sus corazones de cielo
Que pronto arderán
“Ellos no buscan las mariposas mágicas,
ellas no enseñan a vivir.”
Descalzos por los jardines de la lluvia,
juegan a ser campanas en el viento.
Algunas veces van los niños a cabalgar en las estrellas,
montados en espumas y miel.
Siempre hay un lugar...

Y al amanecer los niños
sólo serán estatuas de mármol y sal
de los jardines de algún amor.

¿Dónde estaremos nosotros
si seguimos trastocando los sentidos?
¿Habrá un lugar para aquellos que nacen
junto a las bicicletas de lo sueños?

Parados lejos de todo, todo nos acerca.
Un póster descolgado de los Rolling Stones,
un cielo oscuro de vanidades,
un largo paseo por tus ojos,
mañanas inconclusas, besos perdidos,
largas caminatas sin hablar,
anclados en el medio de todo y de nada.

Inalcanzable cenit que ya paso por aquí.
Cae en cruz su cuerpo por la ciudad,
rodando por las veredas, vaya a saber
que destino llevará, y que fin.
¿Podré darte luz para ayudarte,
o sólo seré un simple espectador
con las manos atadas y ciego de ver?

Juega descalza por sobre los vidrios.
Ven a refugiarte bajo mi paraguas imaginario.
Ven a correr conmigo para desprendernos
de este frío vendaval.
Vorágine en el vórtice de nuestras almas.
Fugaz resplandor, tente fe al fin mirasol.
Prendado a tu ser, hoy te extraño.

Pequeña melodía, tambalea y se cae.

Quién sabe

quién sabe dijo él se pregunta
sabe quién pregunta díjole
dijo él sabe quién pregunta
quién sabe, sabe quién
dijo él, dijo ella
la primera palabra
fue un silencio en sus ojos
que reflejaban las estrellas
como notas musicales
negras y blancas
vestía como una flor
quién sabe se pregunta