Hay ahí. ¡Ay!

Hay ciertas formas de tu espacio
que cae sobre la luna.
Hay cierta mirada que va más allá,
que me mira, me transmuta, me persigue.
Hay un punto lejano que brilla,
que envuelve la noche de todo este fuego.
Hay santas calaveras que los muertos añoran.
Hay una noche detrás de tu huida
y un escape al infinito.
La llegada del hombre al sol,
el fluir de la conciencia,
el fluir de vos,
de todo lo bello de tus ojos.
Cae en mí la lluvia,
moja tus barcos,
las alas de tu canto,
las velas que despliegas al despertar.
Ríe y juega, envuélveme en tu néctar,
bajan las sombras, la noche eterna,
llueve después,
llueve después en mansa calma.