miércoles, 30 de noviembre de 2011

Trenes (02/04/98)

no sé, los pájaros se vuelan
y ella los mira detrás
de sus ojos de sal

no sé, los días se van
yo le digo que hay un mar
y ella no hace más que llorar

no sé, las lágrimas se dan
entre sus ojos y sus manos
no hay besos, ni pan de calmar

espero volver a verla en este lugar
donde las cosas ya no están
en el reflejo del vidrio, al pasar

espero volver a verla en ese lugar
con el azar de cada mañana, por casualidad
donde los trenes vienen y van

no sé, los días pasan
sin piedad, como su voz
su nombre, su perfume de azahar

no sé, los pájaros se vuelan
y ella los mira detrás
de sus ojos de sal

mientras tanto

1 comentario:

eMiLiA dijo...

Sí, gracias a Dios hay un mar con su intrínseco horizonte.
Espero volver a verlo pronto.

(Nótese que si la palabra mar es la que rescato de todo tu poema es porque estoy muy necesitada de vacaciones, ja)

Abrazo!