Mamá tenía los ojos tristes y papá mucho más, asustado muy asustado. La
encontré allí a unos metros de dónde estoy sentado ahora, sobre un
charco de agua, a él unos centimetros de allí, doce meses después.
Pasaron los años y por suerte ya no abrazo la muerte tan fuerte y dulce
como en esos días. Vestí a mis padres de forma sencilla, llenos de
gloria, los llené de besos y los acompañé solos a ese paraiso de olvidos
y recuerdos, tan libres como habían llegado.
Mamá tenía las manos
suaves de trabajo, papá ásperas. de madrugar muchos años.Del brazo
caminaban por la vida. Mamá abrigaba por las noches, papá hacia los
guisos más ricos. Hoy con mis hijas leemos, miramos tv, vivimos bajo lo
que ellos connstruyeron. Por suerte, abrazo a hijas, las lleno de besos,
tan fuerte, tan dulce. La vida.
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